lunes, 15 de diciembre de 2014

Confianza.

¿Realmente confías en las personas que te rodean? 
Porque si es así, eres un necio.
Para empezar te adelantaré que he tenido mil amigos. 
Y para terminar te diré que mil uno me ha fallado.

No me hables sobre confiar en las personas, porque estoy más que entrenado en ese aspecto. Todos aparentan ser algo que no son, limpian cuidadosamente su fachada y cada día que pasas con ellos es un día menos que falta para que se aprovechen de la confianza que les has proporcionado.
He de decirte que en este mundo, estás solo. Te dirán que tienes su apoyo, que estarán siempre ahí, tanto en los buenos como en los malos momentos… Pero si te fijas un poco, si miras atrás y haces memoria… ¿Cuántas veces has escuchado lo mismo? Puede que la boca que las pronunciase, la boca responsable de esas mentiras, fuera otra. Pero al fin y al cabo, sueltan el mismo veneno, la misma mierda, ya lo sabes.

Te confunden con mentiras y te ciegan… Y una tras otra, sigues cayendo. Te prometes que no volverás a ser engañado, pero una pizca de tu ser, anhela confiar en alguien… ¡Eres débil! Y tu mediocridad te impide levantar cabeza.
Se reirán de ti, se burlarán de tu mierda de alma y de lo incompetente e iluso que eres y seguirás siendo.



Lamento que mis palabras lleguen a ofenderte, pero como ya te he dicho antes, tu mediocridad te impide levantar cabeza. Espero que mis palabras lo consigan, y si mi esfuerzo no es el suficiente, te deseo lo mejor en la vida, y que esta, no esté rodeada de Judas.

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